EL TUNELERO FRANCÉS.

El Ingeniero francés Jean Monier, padre de Juanita Monier y abuelo de Juan y Orlando Lanfranco Monier, fundadores de Café Lanfranco. Fue el primer propietario y fundador de la Hacienda Naranjal, en Chanchamayo donde se produciría muchos años después el popular Café Lanfranco. Debe haber sido un hombre de carácter recio, aventurero y emprendedor, no pocos se adentran en la tierra de nadie, para construir un hogar.

El Naranjal, conocida así por su abundancia de naranjas, produciría primero caña de azúcar y algodón, mucho antes que el café dominara sus tierras.

Monier, vino al Perú contratado por el controvertido empresario estadounidense Henry Meiggs, otro aventurero, para la construcción de los túneles del Ferrocarril Central. De acuerdo a Rosa María Núñez, esposa de Juan Lanfranco, los malos tratos financieros de Meiggs, que ya arrastraba un prontuario desde los Estados Unidos, así como la gran deuda que tendría el Perú por la Guerra con Chile dejaron a Monier sin pago. A él, y a muchos otros inmigrantes europeos que venieron al Perú por las leyes migratorias promovidas por el Presidente Pardo a mediados del siglo dieciocho.

Ello se resolvería después de unos años, mediante el Contrato Grace firmado durante el gobierno de Andrés Avelino Cáceres en 1888, en el que se entregaba el manejo de los ferrocarriles y otros concesiones a los tenedores de bonos ingleses por 66 años. Al mismo tiempo en retribución a Monier por su trabajo, el Estado peruano le adjudicó una extensa cantidad de tierras en la selva central (36 mil hectáreas de acuerdo a Nuñez, aunque esto hay que verificarlo), que décadas después se convertiría en una de las haciendas más productivas de la ceja de selva del Perú.

El trabajo de colonización y dominio del territorio debió haber sido titánico para Monier, y otros inmigrantes de origen europeo que se aventuraron a crear sus vidas en la región. Mucho nos aguantaron las lluvias, los huaycos, los insectos y zarparon a otro destinos. No así el tunelero.

A finales del siglo XIX, Naranjal ya se había convertido en el lugar predilecto para los misioneros, militares y civiles quienes se aventuraban a estas exóticas tierras y se alojaban en la hacienda, recibiendo atenciones, comida, y cobijo. Esa tradición no la perderian su única hija reconocida Juana, con su flamante marido, Leoncio Lanfranco y Gaviria. Sus nietos Juan y Orlando harían lo mismo con amigos, artistas e intelectuales.

La tumba de Monier se encuentra hoy Chanchamayo en la inmediaciones de Naranjal.

Una respuesta a “Jean Monier, el fundador de Naranjal.”

  1. […] La escalera de Naranjal debió haber sido construida a finales del siglo XIX o comienzos del XX por su primer inquilino y padre, el tunelero francés Jean Monier, abuelo materno de Orlando y Juan Lanfranco Nosiglia, y primer propietario de los fundos, Naranjal y La Auvernia. Sobre Monier pueden leer más en el siguiente post. […]

    Me gusta

Replica a La Gran Escalera de Piedra de la Hacienda Narajal – Café Lanfranco Cancelar la respuesta