LOS FUNDADORES.
Juan Lanfranco Monier y Orlando Lanfranco Monier, fundaron Café Lanfranco, fotografiados en su local de la Avenido México 260, Balconcillos. Aquel era el local en Lima donde se tostaba parte del café verde que venía de la Hacienda Naranjal, y luego era exportado al exterior. La fecha de fundación de la marca debe haber sido alrededor de los cuarentas cuando ya los dos hermanos entraron a administrar Naranjal.
Como una genialidad marquetera de Juan, el más artista y con mucho sentido comercial, construyó una gigantesca tasa de café de concreto en el frontis de la oficina que luego se convertiría en un objeto icónico para los vecinos de la zona. La gente la recuerda hasta el día de hoy (ver este link en la página de Facebook de Arkiv Perú) La tasa era un disfraz para la chimenea de la tostaduría que botaba el aroo aroma de tostado e inundaba las calles de La Victoria.

«JUAN Y ORLANDO CONVIRTIERON NARANJAL EN UNA DE LAS PRINCIPALES EXPORTADORES DE CAFÉ DEL PERÚ»
Juan y Orlando fueron hijos de Juan Lanfranco y Gaviria y Juanita Monier. Gaviria, hijo de Leoncio Florentina Pió Lanfranco y Tristán, descendiente por su padre de los Tristán de Arequipa fue un interesante personaje que merece una entrada propia pues su carácter aventurero daría inicio sin saberlo a la saga del Café Lanfranco, como el primer Lanfranco en Chanchamayo. Leoncio entró a Naranjal por nupcias con Juana Monier, hija de Jean Monier, tunelero francés que recibiría 36,000 hectárias de territorio en la zona. Hasta donde sabemos, Juan y Orlando junto a los hermanos de Leoncio, Luis y Alfredo, son los que convirtieron la hacienda Naranjal en una de las principales exportadoras de café en el Perú.


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