Leoncio Lanfranco y Gaviria, el hacendado y patriarca.

Padre de Juan y Orlando Lanfranco Monier, llegó a San Ramón a comienzos del siglo XX, escapándose de la persecusión de sus enemigos políticos, la policía y las fuerzas leguíistas. Su hijo Orlando contaba que su padre participó en un intento de golpe de estado a el Presidente Leguía, el 29 de mayo de 1909, bautizado como el Día del Carácter. Lo habrían identificado entre la turba golpista por la foto adjunta abajo, siendo Leoncio, pistola en mano, el personaje del sombrero y bigote en la zona inferior derecha. No queda claro si fue él o no, pero el parecido existe. Llevaba la política en la sangre.

Fue pierolista a la médula, a tal punto que el viejo «Califa», caudillo de la historia del Perú, fue padrino de su matrimonio con doña Juana Rosa Monier Ferno, dueña solitaria de la Hacienda Naranjal y La Auvernia. El día del Carácter, liderado por los hijos de Piérola y su hermano (el viejo caudillo de 70 años negó toda participación) lo llevaría huyendo a Chanchamayo donde cambia para siempre el curso de su vida. Muere el joven revolucionario, nace el hacendado, prevalecerá el político. De allí que el Café Lanfranco, empieza su historia con una revolución.

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